jueves, 31 de julio de 2008
Tras la crisis en el Foro Ermua, habla Iñaki Ezkerra: "Ha habido falta de transparencia y mentiras por parte de algunos miembros del Foro"
Christian Rubio (PD).- Se ha abierto la guerra dentro del Foro de Ermua; su presidente, Iñaki Ezquerra, cree que la vicepresidenta ha pecado de "autoritarismo y deslealtad" y espera que todo haya sido "un problema de desorganización, despilfarro y personalismo".
¿Cómo ha logrado el Foro Ermua mantener su buena imagen ante las crisis internas?
Nuestra labor ha consistido siempre en dar una buena imagen. Nosotros somos, en cierto modo, responsables del maquillaje que hemos dado a personas que no lo merecían. La labor del Foro ha sido presentar ante la sociedad una historia más bonita de lo que a veces era. Desgraciadamente, hay personas que llegan a convertirse en referentes cívicos y no están a la altura de esa responsabilidad. Se les sube a la cabeza. Nuestra misión era ser la cara presentable del Foro cuando detrás a veces había un verdadero tumulto. Y voy a decir más: no me ha venido bien profesionalmente pertenecer al Foro. A partir de cierto momento ya no se cuenta con uno para nada, y eso me hacía sentir muy extraño.
Haciendo cumplir la legalidad presentando las cuentas… ¿aparecerán más tejemanejes oscuros que no se quiere que salgan a la luz?
No lo sé, no puedo acusar de lo que no sé. Yo lo que quiero es que se disipe cualquier sombra sobre el Foro y dejar muy claro que en todo aquello en lo que he tenido responsabilidad la legalidad se ha cumplido. Ha habido falta de transparencia y mentiras. Lo que se me propone como auditoría es una chapuza, con 1.750 euros no se puede hacer una auditoría de ningún tipo. Ese documento que quieren que firme está fechado de finales de abril, no de hace 6 meses, y yo me he negado a firmarlo ya que sé que no están las cosas en su sitio.
¿Considera todo este asunto una traición por parte del equipo en el que confió para dar transparencia a la plataforma?
Totalmente, ha sido una verdadera deslealtad. Yo, sabiendo que no soy una persona que se encargue de la gestión, creé los mecanismos para que 4 personas llevaran ese tema. El tesorero no sabía informar, el secretario no sabía cumplir con su función e Inmaculada Castilla de Cortázar no quería cumplir con su labor, así que en lugar de hacer su trabajo han montado todo este tinglado. Si me marcho dejaré las cuentas claras y la imagen del Foro limpia. No se dan cuenta del daño que han hecho con un argumento enormemente reaccionario. Es bueno que finalmente salga a la luz.
¿Ese argumento tiene como trasfondo llenarse los bolsillos?
No lo sé. Lo que quiero precisamente es que se demuestre que no ha habido eso. Me alegraré de que haya sido simplemente un problema de desorganización, despilfarro y personalismo. Pero según he ido observando la resistencia que mostraban tras hacerse público, pues sí he llegado a pensar que algo grave ocultan. Es por mera lógica. No pueden haber montado toda esta campaña brutal contra mí sin esconder nada. Esa campaña es de una gran irresponsabilidad o de un gran temor a que se sepa algo que se me escapa.
¿Es cierto eso de que en la actualidad no existe casi apoyo al Foro por parte del Gobierno?
Es obvio que en la legislatura de Zapatero no ha habido el apoyo que hubo en otros momentos. Pero también es cierto que ante la dejación que han hecho los 2 secretarios últimos, Fernando García Capelo y Gustavo Jaso, me he dado cuenta de que ellos no tenían ningún interés en que el Foro recibiera subvenciones. Éste tenía que depender económicamente de lo que quisiera la Fundación Papeles de Ermua. Ese es el problema. El trámite legal para el registro de asociaciones del País Vasco no estaba hecho, así que no podíamos conseguir las subvenciones. Cuando ellos hablan de una mala gestión mía es al contrario, yo he luchado durante mucho tiempo para evitar esta situación. Y no he visto la conjura que había hasta el final. Inmaculada Castilla de Cortázar ha hecho una labor de descrédito que yo ni me la imaginaba. Hoy tengo la fuerza suficiente para denunciarlo ante los medios, cuando no se ha llegado a presidir el Foro no se tiene esa capacidad. Es más, cuando entró Gotzone Mora de secretaria en el Foro en 2006, yo hablé previamente con ella para concretar su misión de meter la linterna. Había que ver qué se escondía ahí, separar la Fundación Papeles de Ermua del Foro. Y en el momento que intentó hacer preguntas, tuvo que marcharse porque no la dejaron trabajar.
martes, 29 de julio de 2008
¡Habemus balanzas fiscales!... y ahora ¡qué?
HABEMUS BALANZAS FISCALES ¿Y AHORA QUÉ?
He aquí estas refelexiones, aparte de otras consideraciones obvias como que los territorios no pagan impuestos, pero sí sus habitantes, lo importante es que no es ninguna novedad en el ámbito de la hacienda pública el supuesto déficit fiscal, antes han habido más 30 informes dictaminando el mismo o semejante resultado final, dependiendo de la metodología empleada, como imputaciones de ingresos y gastos las cuales no todas son generalmente aceptadas y consensuadas por los expertos, por lo que podemos decir que esa magnitud de déficit se mide y es variable, no se calcula, no hay exactitud aritmética, ni auténtica objetividad.
domingo, 27 de julio de 2008
Joaquín Leguina: ZUMO DE GALLINA Y PLUMAS DE CABALLO
ZUMO DE GALLINA Y PLUMAS DE CABALLO
Acabo de oír por la radio a una niña de unos cinco años, residente en un campamento de verano de esos que se organizan para aliviar a los papás -trabajadores ambos- en estos días previos a la solanera de agosto. Pues bien, la criatura dijo desconocer hasta estas fechas que las gallinas ponían huevos, pues ella sólo los había visto en pulcros envases de plástico y colocados de seis en seis.Pero lo más sorprendente para mis oídos fue que la niña, preguntada sobre sus preferencias alimenticias en esta etapa campestre, soltó lo siguiente: “Lo que más me gusta es el zumo de gallina”. En línea con los hermanos Marx, que titularon una de sus películas así: “Plumas de caballo”.
Dentro del abundante surrealismo nacional, más reseñable que las palabras de esta niña ha sido –una vez más- el zumo de gallina de ese genio de la Economía que dice llamarse Toni Castells y que ocupa el cargo de “ministrillo” de Hacienda del Gobierno catalán que con tanto acierto dirige José Montilla (natural de Córdoba y catalanista de pro). Pues bien, a lo que íbamos. Mientras Solbes –al fin- nos informaba de que estamos ante la crisis más compleja de la Historia y en vísperas de que el Gobierno hiciera públicas las tan demandadas balanzas fiscales, con la lealtad institucional que caracteriza a estas gentes de la catalanidad infinita, Toni Castells hizo pública su particular balanza, encargada pro domo sua a unos amiguetes, quienes “calcularon” grosso modo (más grosso que modo) la existencia de un “enorme déficit” entre el Estado y Cataluña… luego salieron las balanzas de verdad, las que el Estado se ha visto obligado a calcular bajo presión de los catalanistas. ¿Y qué ha pasado? Pues lo que ya se intuía: que Madrid “soporta un déficit” mayor que Cataluña… lo dicho: Plumas de caballo.
jueves, 17 de julio de 2008
'El reñidero español', de Joaquín Leguina
El reñidero español, de Joaquín Leguina
TRIBUNA LIBRE
«El castellano es la lengua española oficial del Estado. Todos los españoles tienen el deber de conocerla y el derecho a usarla»
(Art. 3 de la Constitución Española)
El pasado 23 de junio, Fernando Savater presentaba junto a un grupo de intelectuales de ideología variopinta un Manifiesto por la Lengua Común que levantó, de inmediato, todo tipo de ronchas y descalificaciones. Pero no se produjo ni un solo argumento en su contra. Porque en España hace ya mucho tiempo que cuando algo no gusta no se exhiben razonamientos para contradecir lo afirmado por otros, no, se recurre al insulto o -entre los más finolis- al eslogan político descalificador.
El diario zapaterista Público recibía el Manifiesto de esta guisa: «El nacionalismo español hace de nuevo política con las lenguas». Por su parte, Miquel Iceta, la nueva estrella rutilante del PSC, se limitó a señalar que el Manifiesto era «innecesario» y José Montilla (que es natural de Córdoba) afirmó que el Manifiesto incitaba a la «catalanofobia». Gran honestidad intelectual la de este charnego reconvertido en catalanista.
En efecto, el PSC es un partido que, según Félix de Azúa, se parece cada vez más a la corte de Catalina la Grande.
El aparato mediático del catalanismo lanzó 800 (sí, 800) artículos contra el Manifiesto, pero en ninguno de ellos se aludía a su contenido ni se argumentaba contra él.
Las fuerzas localistas del nordeste de España, como un solo hombre, se dieron al insulto -esa práctica tan española-: «Ataque contra el catalán», «franquistas», «fachas», «españolistas de mierda», «miserables» (Jordi Sánchez), todo eso y más lindezas dijeron. Antoni Puigvert aseguró -él, tan moderado- que el Manifiesto rompía los últimos puentes entre Cataluña y España… Naturalmente, todos esos artículos estaban escritos y publicados en español, la lengua que, según estos atacantes, quiere asesinar al catalán… y, para guinda del pastel, lo de Jordi Pujol sonó como el Tambor del Bruc: «Combatir con decisión y confianza, sin miedo y sin respeto para quien no nos respeta», eso dijo el veterano y, ahora, radicalizado líder.
Entretanto, las firmas de adhesión al documento escrito por Savater crecían, eso sí, movidas en parte por EL MUNDO, lo cual le vino de perlas a Rodríguez Zapatero, quien aprovechó que el Tormes pasa por Salamanca para sentar doctrina: «La derecha quiere apropiarse de la lengua común como antes lo intentó con la bandera común», dijo… y después de soltar semejante sandez, el actual presidente del Gobierno se fumó un puro.
De poco vale que más del 50% de los catalanes prefiera el castellano como primera lengua porque el nacionalismo catalán y sus adláteres están dispuestos -así lo dice el nuevo Estatuto- a obligar a todos quienes pisen (o sobrevuelen) el territorio de Cataluña a hacerles aprender y obligarles a usar aquella lengua «propia». Ya se sabe: «La letra con sangre entra».
Pero dejémonos de darle vueltas a la noria y recordemos, en primer lugar, que los poderes públicos -y desde luego el Gobierno de España- están obligados a guardar y hacer guardar la Constitución. Así lo han jurado o prometido todos ellos. Vayamos, pues, al grano.
1. ¿Puede un profesor, nacido pongamos que en Valladolid, ir a trabajar a una universidad catalana dando sus clases en castellano? La respuesta es no. Por lo tanto, a ese profesor se le está privando de uno de sus derechos (el de usar el castellano) y el Gobierno de España no puede mirar para otro lado.
2. ¿Puede un niño catalán que tenga como lengua materna el castellano ser escolarizado en ese idioma? La respuesta es no. Un derecho del que se le priva y que no puede dejar indiferente al Gobierno de España.
3. ¿Puede un funcionario español trasladarse a trabajar a Cataluña sin haber aprendido antes concienzudamente el catalán? La respuesta es no.
Y así podríamos seguir con los rótulos de las tiendas, los de las carreteras, con la expulsión de facto del castellano del Parlamento de Cataluña, con la exclusión de los escritores catalanes en castellano, pues sus obras -según los nacionalistas y sus abducidos del PSC- no pertenecen a la cultura catalana y por eso no se les permite acudir a la Feria de Fráncfort, etcétera.
En resumen, el derecho a usar el castellano que la Constitución consagra no se puede ejercer en los foros públicos de Cataluña… y el Gobierno no puede mirar para otro lado diciendo -como dicen sus voceros- que reclamar estos derechos elementales es de derechas (al parecer, en estos nuevos tiempos todo lo que no sea aplaudir a ZP y sus ocurrencias es de derechas).
Pero lo más peligroso -por irresponsable- del discurso de ZP y de sus conmilitones es que para ellos el nacionalismo periférico (vasco, catalán, gallego…) no existe y como no existe no puede hacer mal a nadie ni tener aspiraciones a la independencia. Por ejemplo, Convergencia Democrática de Cataluña, con Artur Mas a la cabeza, acuerda, imitando a Ibarreche, que su objetivo político es una «Cataluña Libre y Soberana»… y el Gobierno español no tiene nada que comentar.
¿Por qué no hablamos claro de una vez? Los nacionalistas y sus adláteres detestan el bilingüismo en sus territorios, lo mismo que rechazan el oír hablar de un Estado Federal… y de poco vale ocultar esa verdad haciendo oídos sordos a los voceros nacionalistas que no se cansan de repetir: «Derecho a decidir», «independencia», «fuera el castellano» y otras muchas lindezas anticonstitucionales.
Pero no es ésa -la de mirar para otro lado- una práctica que sólo concierna a este Gobierno. Sin ir más lejos, Aznar en 1997 se negó a recurrir la Ley de Política Lingüística de Pujol ante el Tribunal Constitucional, porque necesitaba los votos de CiU. Tampoco la recurrió el Defensor del Pueblo (Alvarez de Miranda), sobre quien se ejerció todo tipo de presiones para que no presentara recurso de inconstitucionalidad. Una ley que era y es anticonstitucional por los cuatro costados.
El Estatuto aprobado el 18 de junio de 2006 (con un apoyo popular, simplemente, ridículo, que todo hay que decirlo) echa un par de paletadas más sobre el asunto:
1) «Todas las personas en Cataluña tienen el derecho de utilizar y el deber de conocer las dos lenguas oficiales». Se establece así la obligatoriedad de dominar el catalán para todas las personas que vivan en Cataluña
y 2) «La lengua propia de Cataluña es el catalán. Como tal, el catalán es la lengua de uso normal y preferente de todas las administraciones públicas y de los medios de comunicación públicos en Cataluña, y es también la lengua normalmente utilizada como vehicular y de aprendizaje en la enseñanza».
Si esto es constitucional, yo soy el obispo de Mondoñedo, pero sí es una discriminación contra los castellanohablantes. Y por serlo es también una discriminación para los menos dotados económica y socialmente, los inmigrantes del resto de España y sus descendientes. Estamos ante una descarada y consentida política que pretende tratar a los castellanohablantes como extranjeros en su propio país. «Si un español emigra a Inglaterra, lo que ha de hacer es aprender el inglés» es un argumento que los catalanistas suelen exhibir para exigir a todo el mundo en Cataluña el uso del catalán. Se olvidan -y no por casualidad- que un andaluz en Inglaterra es un extranjero, pero cuando se desplaza a Cataluña no sale de su propia nación.
Las normas internacionales, por ejemplo, las de la Unesco, respecto a la enseñanza recomiendan una obviedad: los niños deben ser escolarizados en su lengua materna. Es tan paradigmático como penoso anotar cómo notables pedagogos catalanes han sacrificado estas elementales normas en el altar de su catalanismo.
Pero no han sido sólo los pedagogos quienes han teorizado, practicado y ejecutado el ombliguismo catalanista. Muy representativos escritores también se han pronunciado en la misma dirección en lo tocante a la creación literaria. Veámoslo.
En el número de julio y agosto de 1977 -inmediatamente después de las primeras elecciones democráticas y en vísperas del debate constitucional- la revista Taula del Canvi, catalanista de izquierdas, planteaba una pregunta a una serie de intelectuales antifranquistas de indudable valía (Salvador Espriu, Manuel de Pedrolo, Joaquín Molas, Antoni Comas…).
El asunto se las traía desde la propia formulación de la pregunta, que era ésta:
¿A los catalanes (de origen o radicación) que se expresen literariamente en lengua castellana hay que considerarlos como un fenómeno de conjunto que hay que liquidar a medida que Cataluña asuma sus propios órganos de gestión política y cultural?
Antes de considerar las respuestas ha de tenerse en cuenta que a ese «fenómeno de conjunto» pertenecían -y pertenecen- los hermanos Juan, José Agustín y Luis Goytisolo, Vázquez Montalbán, Carlos Barral, Juan Marsé, Félix de Azúa, Eduardo Mendoza y un largo etcétera, amigos y compadres de quienes respondían así:
Salvador Espriu: «Espero y deseo que sí».
Manuel de Pedrolo: «No hemos de discutir a nadie el derecho a escribir en la lengua que quiera, pero nadie tiene derecho a convertir una lengua forastera en un arma de destrucción de la identidad del pueblo al cual pertenece o en el cual se inserta».
Antoni Comas: «Como hecho colectivo, como fenómeno de conjunto, hay que liquidarlo a medida que Cataluña recupere su autonomía».
Joaquín Molas: «Si las soluciones son las que deberían ser, los que utilizan la lengua castellana tenderían a desaparecer».
Entre tanto ardor guerrero y exterminador destaca, por extraña, una propuesta razonable:
Francesc Vallverdú: «La cultura catalana se puede manifestar y de hecho se manifiesta en diversas lenguas».
Tan tempranas y amenazadoras manifestaciones de catalanismo identitario y arrasador deberían haber puesto en guardia, al menos, a dos entes políticos: 1) A los inmigrantes llegados a Cataluña y, en general, a los castellanohablantes y a sus representantes políticos y 2) A los partidos de ámbito nacional. Pero todos prefirieron mirar para otro lado, pensando, quizá, que la sangre no llegaría al río, que tales posiciones radicales, como otras muchas de entonces, se atemperarían en el marco constitucional que ya se estaba elaborando. Mas, fuera como fuera, el hecho fue que nadie quiso señalar unos límites, al menos intelectuales, a semejante desbarre.
Dado que los artículos del Nuevo Estatuto referidos a la obligatoriedad de la lengua catalana están recurridos ante el Tribunal Constitucional (TC), conviene recordar aquí una sentencia de este Alto Tribunal; la del 26 de junio de 1986, cuando lo presidía Francisco Tomás y Valiente. En esa sentencia -contraria a la obligatoriedad de una lengua cooficial- se lee lo siguiente: «Pues el citado artículo (el 3 de la Constitución) no establece para las lenguas cooficiales ese deber (el de ser conocidas), sin que ello pueda considerarse discriminatorio».
Cabría esperar que el TC se atuviera en este asunto a su propia jurisprudencia, mas, para decirlo todo, los miembros actuales del TC han demostrado sobradamente que no son ni Tomás Moro ante Enrique VIII ni Becket ante Enrique Plantagenet; se parecen más a los jueces obedientes y obsecuentes que pululaban por España no hace tantos años… y a los que convendría olvidar para siempre. En fin, que mi fe respecto a las actuales instituciones políticas y judiciales es descriptible, por eso estoy dispuesto a pelear contra las canalladas que se están perpetrando contra el derecho a usar el castellano y contra los canallas que las cometen o que las permiten.
Joaquín Leguina es ex presidente de la Comunidad de Madrid.
miércoles, 16 de julio de 2008
Ojo a las reacciones contra el 'Manifiesto': algo les empieza a molestar a los nazi-onalistas
Ojo a las reacciones al Manifiesto
Juan Carlos Girauta
El espectáculo de Joan Puig, señalando con el dedo y tildando de "indeseables" a personas como Montserrat Caballé o Mario Vargas Llosa porque han firmado un manifiesto con el que él no está de acuerdo, da idea de hasta qué punto la Esquerra mancilló en su día las instituciones españolas al colocar a este activista, boicoteador y señalador profesional en sus listas al Congreso, al convertirlo en representante del pueblo español. Sangrienta burla.
El personaje en cuestión importa poco. No hay que darle la vuelta a su operación; los linchamientos son siempre nauseabundos, incluyendo los simbólicos. La explicación de los conflictos nunca está en un tipo como él, que al fin y al cabo ya no representa a nadie. Caso más preocupante es el de Joan Manuel Tresserras, miembro del Gobierno catalán, conseller de Cultura y Medios de Comunicación por más señas. El Manifiesto por una Lengua Común es para este doctor y profesor universitario "una forma de violencia simbólica". Y eso ya son palabras mayores, por sí mismas y por las responsabilidades de quien las pronuncia.
Una vez presentado el Manifiesto como violencia (sustantiva; lo simbólico es adjetivo), la vía queda expedita para una respuesta adecuada y en sus propios términos, que ya no son los documentos alternativos, sino otras formas de violencia, adjetivada o no. Hay que denunciar y poner fin a esta moda consistente en amenazar a gente desde el poder (apenas veladamente) que inauguró el primer tripartito y recupera el segundo. Desde aquel ensañar los dientes de Maragall (si no se acepta el Estatut que salga de Cataluña, "el drama está servido") hasta esta repugnante licencia simbólica para lo que sea (¿qué ha de hacer un pueblo oprimido como el catalán cuando unos desaprensivos ejercen sobre él violencia simbólica?), las hemos visto de todos los colores.
La más nítida amenaza institucional del tripartito remite a otro manifiesto. Los precursores de Ciudadanos se encontraron con que la segunda autoridad del Gobierno catalán, el independentista Bargalló, les recordaba otro manifiesto aún más antiguo, el de los 2.300, y para dejar clara la posición en que quedaban los de Boadella y Espada, el conseller primer se recreó citando los nombres de Amando y Federico. Que un tío de la Esquerra te recuerde a Federico Jiménez Losantos a modo de advertencia es algo que admite pocas lecturas.
Hay que estar preparado para cualquier debate público, por duro que sea, mientras siga siendo eso, un debate. Pero cuando el miembro de un Gobierno te acusa de violencia por firmar algo que tiene doscientos mil apoyos, el debate se ha terminado, y el firmante destacado queda a la espera de la respuesta inducida. Ojo, las amenazas siempre hay que tomarlas en seriomartes, 15 de julio de 2008
Ciudadanos dice que 'las balanzas fiscales desmontan una falacia nacionalista'
Cañas ha manifestado que está satisfecho “por fin” de la publicación de las balanzas, porque son “un elemento más de transparencia”, aunque ha recordado que “una vez más” llegan con retraso respecto a la promesa inicial del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero; y se ha mostrado satisfecho porque los números ponen de manifiesto que las CCAA con una renta más alta, más aportan, y ha añadido que “sería bueno” que se conocieran las balanzas internas de las CCAA: “cuanta más información, menos margen para la demagogia y el victimismo”.
Para el dirigente de Ciudadanos, “estos datos son un elemento más de transparencia de cara a los ciudadanos, pero no pueden ser utilizadas para limitar la solidaridad interterritorial” y ha defendido que la nueva financiación debe garantizar que todos los ciudadanos del Estado dispongan del “mismo nivel y calidad de los servicios”.
Tampoco deben servir, ha añadido Cañas, para “generar instrumentos para la negociación” del nuevo sistema de financiación, que ha recordado debe ser debatido y acordado en el marco del Consejo de Política Fiscal y Financiera.
NOTICIA recogida en LA VOZ DE BARCELONA
En Libertad Digital, aparece también el siguiente artículo, cargado de argumentos y razones contra la utilización nacionalista y diferenciadora de la información de las balanzas fiscales:
Los nacionalistas logran que el Gobierno publique las balanzas fiscales e ignore las comerciales
Los partidos nacionalistas se han salido con la suya. El Ejecutivo ha publicado las balanzas fiscales una semana después de que la Generalidad hiciera lo propio. Olvidándose de las balanzas comerciales, el Ejecutivo dice que Baleares, Madrid, Cataluña y Valencia son las autonomías que más contribuyen a la solidaridad territorial. Un análisis que para los economistas es parcial y subjetivo.
El PP pide unidad a los españoles
En su intervención, Montoro ha asegurado que los datos no arrojan sorpresas porque lo lógico en el actual sistema es que las comunidades con mayor renta aporten más al conjunto. Lo importante no es, en su opinión, la aportación de un territorio concreto, sino de cada uno de sus ciudadanos, que en función de sus circunstancias aportan recursos y reciben servicios.
Con mayor necesidad en una situación de dificultad económica, ha advirtido Montoro, la actitud no debe ser la de "insistir en la diferencia, sino reunir fuerzas para superar las dificultades actuales".
domingo, 13 de julio de 2008
Según Google, Cataluña NO es ESPAÑA
PERIODISTA DIGITAL
Google separa Cataluña de España
(PD).- Cualquier método es bueno para que los separatistas se hagan notar en el ámbito internacional. Primero fue el Freedom for Cataluña, ahora es la manipulación burda de las imágenes cedidas a Google Earth por el Instituto Cartográfico de Cataluña, adscrito a la Generalidad.
En esas imágenes se presenta a Cataluña con una tonalidad diferente a la del resto de España, de manera que es claro y notorio el intento de diferenciarlo como si fuera otro territorio, según publica lanacion.es.
Google culpa al organismo cartográfico regional de la diferencia de las imágenes, que fueron enviadas en un formato que llevaba un filtro diferente. Habitualmente la multinacional informática recibe los contenidos para actualizar la información, y entonces lleva a cabo una homogeneización de las imágenes para que todas las zonas presenten las mismas características.
Sin embargo, en este caso ese paso técnico no se ha producido, habría que saber ¿por qué?. No sería la primera presión de organismos catalanes sobre empresas privadas, recordemos el caso del deporte.
Al margen de esto la responsabilidad última de las fotografías es del propietario del copyright, este pertenece al Instituto Cartográfico de Cataluña, que pertenece al Departamento de Política Territorial y Obras Públicas de la Generalidad. Un organismo público, financiado con dinero público, que solamente debería ocuparse de los asuntos de su competencia.
El uso para intereses particulares de los partidos de los organismos públicos es un mal vicio. Vicio propio de los nacionalismos. Una cosa es que nos vayamos acostumbrando a los excesos nacionalistas. Otra que no exijamos al Gobierno que actúe, en cumplimiento de sus obligaciones, y envíe la información real para que el mundo sepa lo que sí es y lo que no es España.
Cataluña no es España en Google Earth: expertos en teledetección por satélite no se explican por qué la región aparece tan diferenciada del resto del país
Google Earth ofrece imágenes por satélite de manera gratuita a través de Internet. La última actualización de imágenes de España muestra Cataluña con extrañas tonalidades que logra diferenciarla claramente del resto de comunidades autónomas. Vea dentro las imágenes que han llamado la atención de los analistas.
Según los expertos en teledetección por satélite consultados por El Confidencial Digital, la última actualización de la zona de Cataluña en el programa Google Earth sorprende por la curiosa tonalidad de las imágenes en esta zona. Ese material ha sido facilitado por el 'Institut Cartografic de Catalunya', adscrito al Departamento de Política Territorial y Obras Públicas de la Generalitat.
Y la tonalidad de esas instantáneas sugiere a estos expertos que ha podido darse una manipulación que "da la sensación óptica y psicológica de diferenciación" con respecto a otras zonas circundantes.
El programa informático muestra las fronteras entre países en color amarillo así como la definición de la línea de costa mediterránea. La frontera pirenaica se muestra también amarilla. Pero no ocurre lo mismo con los límites regionales de Cataluña con Aragón o Valencia al tratarse de zonas de un mismo país. Sin embargo, la tonalidad marrón de las imágenes hace pensar en que se trata de una diferenciación "sutil", orquestada por los mismos que han facilitado esas instantáneas, "una distinción que queda en la retina de quien lo ve", afirman. De hecho, Google Earth marca los problemas territoriales en sus mapas con líneas de color rojo –se puede ver así por ejemplo en el paralelo 27´40 que separa el Sahara occidental de Marruecos o los terrenos disputados en Pakistán con India-.
Efectivamente, con Google Earth las tonalidades de las imágenes que se recogen de otras partes del mundo hay una serie de franjas de distinto color. Son las pasadas que en su momento ha realizado el satélite. Según los expertos esto se debe a múltiples posibilidades, como pueden ser el tipo de película o soporte digital que se emplea, el tipo de espectro con el cual se está obteniendo las imágenes, si se han empleado infrarrojos, el color del terreno, si es una imagen monocroma, si se ha usado o no aparatos de apertura sintética, la estación del año en el que se captaron, las condiciones climatológicas, etc. El siguiente paso para homogeneizar las imágenes es el tratamiento informático de las imágenes para solventar las diferentes tonalidades del terreno.
Esto se puede constatar en Europa. Alemania se muestra más verde que los países fronterizos, pero en toda Alemania –no sólo un Lander- las tonalidades se diferencian con ciertos matices pero "no tan exagerados como en el caso de Cataluña", se explica.
El caso de las imágenes que ahora aparecen de Cataluña apunta a que habrían sido obtenidas en invierno o en una época determinada del año que "no implica homogeneidad", se asegura, ya que la zona pirenaica se mostraría nevada. Se diferenciaría por el color blanco o verde oscuro de la cuenca del Ebro con sus cultivos de regadío. La parte más seca de Cataluña próxima a Aragón, en cambio, se reflejaría en tonalidades marrón claro.
ECD se ha puesto en contacto con Google España para pedir una explicación sobre el particular colorido de las imágenes por satélite de Cataluña. Un portavoz oficial ha asegurado que los contenidos o imágenes no son suyas sino de los diferentes proveedores y que, para el caso de Cataluña, no existe una voluntad de tipo político que sugiera estas diferenciaciones territoriales. Se desconocen las condiciones en las que fueron obtenidas las imágenes del caso en concreto, aunque explican que las fotografías que se ofrecen a través de Google Earth dependen de quien es propietario del 'copyright'. Y confirma que para el caso de Cataluña la propietaria de las imágenes es el 'Institut Cartografic de Catalunya'.
Vea aquí tres imágenes en las que se puede apreciar las diferentes tonalidades de la zona de Cataluña:
Cataluña ¿no es España?
Juan E. Pflüger.- Cualquier método es bueno para que los separatistas se hagan notar en el ámbito internacional. Primero fue el Freedom for Cataluña, ahora es la manipulación burda de las imágenes cedidas a Google Earth por el Instituto Cartográfico de Cataluña, adscrito a la Generalidad.
En esas imágenes se presenta a Cataluña con una tonalidad diferente a la del resto de España, de manera que es claro y notorio el intento de diferenciarlo como si fuera otro territorio.
Google culpa al organismo cartográfico regional de la diferencia de las imágenes, que fueron enviadas en un formato que llevaba un filtro diferente. Habitualmente la multinacional informática recibe los contenidos para actualizar la información, y entonces lleva a cabo una homogeneización de las imágenes para que todas las zonas presenten las mismas características.
Sin embargo, en este caso ese paso técnico no se ha producido, habría que saber ¿por qué?. No sería la primera presión de organismos catalanes sobre empresas privadas, recordemos el caso del deporte.
Al margen de esto la responsabilidad última de las fotografías es del propietario del copyright, este pertenece al Instituto Cartográfico de Cataluña, que pertenece al Departamento de Política Territorial y Obras Públicas de la Generalidad. Un organismo público, financiado con dinero público, que solamente debería ocuparse de los asuntos de su competencia.
El uso para intereses particulares de los partidos de los organismos públicos es un mal vicio. Vicio propio de los nacionalismos. Una cosa es que nos vayamos acostumbrando a los excesos nacionalistas. Otra que no exijamos al Gobierno que actúe, en cumplimiento de sus obligaciones, y envíe la información real para que el mundo sepa lo que sí es y lo que no es España.
viernes, 11 de julio de 2008
Carmen Chacón: ¿charnega o cenutria?
La cenutria
José García Domínguez (en Libertad Digital)
La Chacón carda la lana y la Bibiana se lleva la fama. De incompetente, inculta y cenutria, que según el DRAE equivale a propalar de alguien que es lerdo, zoquete y estúpido optimizando el gasto de saliva en el empeño, ha tildado a la segunda un propio de Zapatero, cierto Valenzuela por más señas, al parecer perito cesante en menesteres relacionados con la propaganda monclovita.
Todo porque la pobre Bibiana aún no se había enterado de que el PSOE siente un "profundo respeto" –La Fashionaria dixit– por cualesquiera "tradiciones culturales" (sic) que no estén expresamente perseguidas en el Código Penal. Ecuménico acatamiento, aprecio y consideración que, además del muy castizo hábito hispano de ir de putas o la no menos secular costumbre de orinar en medio de la calle, por lo visto también incluye al velo con el que la morería esconde a su ganado femenino de la mirada lasciva del prójimo.
Sin embargo, si alguna miembra del Consejo de Ministros, Ministras, Ministres y Ambidextros ha demostrado por activa, pasiva y perifrástica ser una genuina cenutria, no ha sido la bisoña Aído, sino esa chusca chusquera de la Chacón. Y no porque vaya diciendo por ahí que no existimos ni los cincuenta mil catalanes que en su día avalamos la propuesta de ley de igualdad lingüística de Francisco Caja, ni los noventa mil que llevamos a Ciudadanos al Parlament, ni los cientos de miles que votábamos a Vidal Quadras cuando aún nadie sospechaba que el destino del PPC estaría en manos de un sanedrín de cínicos, arribistas, paniaguados y mindundis.
Ni tampoco porque al modo freudiano se le haya escapado la verdad entre los pliegues del inconsciente (decir que "gracias a la inmersión ya no hay catalanes de primera y de segunda" es reconocer de modo palmario que la lengua se usa para discriminar entre catalanes). No, si la Carme(n) merece su título de cenutria no es por todos esos dislates. Más bien porque al sentenciar que la prohibición del uso del español como idioma docente constituye "el mayor éxito de Cataluña" está llamando lerda, zoqueta y estúpida a Marta Mata, la mitificada pedagoga y fundadora del PSC que, recordando su infancia republicana, confesaba lo que sigue en sus Memorias:
Ay, Carme, Carme, charnega tenías que ser.Mi vivencia es la de un aprendizaje en las dos lenguas sin ninguna clase de conflicto. El maestro se dirigía al niño en la lengua familiar del alumno, y en cuanto a la lectura y la escritura había escuelas que hacían una semana en catalán y una en castellano, también había otras que lo hacían día sí y día no, en algunas se enseñaba por la mañana en una lengua y por la tarde en la otra. Recuerdo que tuvimos una muy buena educación literaria en catalán: acompañábamos todos los estudios de ciencias con los textos poéticos correspondientes, que sacábamos de la antología literaria de Artur Martorell. Angeleta Ferrer, profesora de Ciencias Naturales, para explicarnos el almendro y el paso de las estaciones nos hacía leer el dietario de Maragall (...) Debo decir que al mismo tiempo había unos poetas castellanos extraordinariamente valorados en la escuela: Juan Ramón Jiménez, Alejandro Gascón, García Lorca, Machado...
Para Chacón, el “gran éxito” de Cataluña es la inmersión lingüística en las escuelas
La Voz de BarcelonaLa ministra de Defensa, Carme Chacón, ha rechazado este miércoles que existan problemas con la lengua en Cataluña, y ha defendido que se permita “dar todas las lenguas españolas”, entre las que se encuentran “también” el castellano o español, el vasco y el gallego. Pese a que en ningún momento el ya famoso Manifiesto asegura que existan problemas lingüísticos en Cataluña.
“Yo muchas veces pienso que la gente que habla de la lengua y de los problemas de la lengua en Cataluña no la ha pisado nunca”, ha asegurado la actual ministra en declaraciones a la emisora de televisión Telecinco, sin percatarse de que un gran número de firmantes -desde los primeros 18- son catalanes o trabajan en Cataluña.
Para Chacón, la lengua ha sido “un segmento de convivencia como ningún otro” en Cataluña, que ha contado con una “política de inmersión lingüística” que “sobre todo ha favorecido” a quienes procedían de otros lugares de España y en cuyos hogares solo se hablaba castellano, ya que ha permitido que no haya catalanes “de primera y de segunda”.
De esta manera, para la ministra de Defensa todos los jóvenes de Cataluña, al finalizar la educación general obligatoria, conocen el catalán y el castellano “al margen de lo que se hable” en cada casa, y están preparados para “acceder por supuesto a todos los puestos de la Administración pública y trabajar en cualquier lugar”, aunque en las escuelas de Cataluña no se den más de dos horas a la semana y por curso de lengua española, las mismas que de inglés.
“Un empresario, si puede contratar a un chico que habla castellano y habla catalán y a un chico que solo habla castellano, pues contrata al que habla castellano y catalán”, ha añadido Chacón, que ha insistido que la inmersión lingüística es el “gran éxito” en Cataluña, ya que permite que todos conozcan “perfectamente” el castellano, que “se habla y se utiliza”, y el catalán, que de otro modo algunos no habrían conocido.
miércoles, 9 de julio de 2008
El tenista que tenía cuatro nacionalidades
Santiago González nos cuenta en su blog esta fascinante historia de gentilicios:
(El sorprendente caso del tenista manacorí)
Supongo informados a los lectores de que el domingo se celebró una gesta deportiva en el 'All England Tennis Club' de Londres. El tenista español, Rafa Nadal, derrotó al suizo, Roger Federer, en un partido agotador que duró cuatro horas y 48 minutos.
'El Correo', seguramente el mejor periódico regional de España, dedicaba ayer cinco páginas a la épica final, con tres magníficas crónicas y un artículo de análisis. El partido fue como se cuenta en las citadas páginas. Sólo induce a cierta confusión el asunto de los gentilicios descompensados. Rafa Nadal es citado ocho veces como el tenista manacorí, cinco como español, dos como balear y una como mallorquín (de un total de 16 menciones). La nacionalidad del tenista suizo es citada 18 veces (15 como suizo y tres como helvético). En una sola ocasión es posible encontrar una referencia al cantón de procedencia de Federer (Basilea) en la gran crónica de Íñigo Gurruchaga.
España es un Estado unitario; Suiza, una confederación.
¿Curioso, verdad?martes, 8 de julio de 2008
Montserrat Caballé, "española de pura cepa"
Montserrat Caballé: «Yo siempre lo he dicho. Pese a quien pese, yo soy española de pura cepa»,
La soprano Montserrat Caballé se define a sí misma como «española de pura cepa», dice que el español es «la lengua de España» –aunque hay otras y es «ideal» ser bilingüe-, y lamenta que el «horizonte» de algunos políticos sea «tan limitado». Fue investida esta semana como doctora Honoris Causa por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), un «honor» que, según afirma, «cuando eres español te llega al alma», y ha aprovechado esa ocasión para llamar al entendimiento y a la búsqueda de un futuro compartido, porque de otra forma no hay futuro para nadie.
Algunas de esas convicciones le sirvieron para tejer su discurso en el acto académico de la UIMP y las recordó ayer en una entrevista en RNE, en la que también reflexionó sobre el papel de los políticos y habló de sus próximos proyectos.
«Yo siempre lo he dicho. Pese a quien pese, yo soy española de pura cepa», recalcó la soprano en la entrevista. Y es por eso que se siente especialmente emocionada por la distinción de la UIMP, porque representa a Cantabria -una región que le trae muchos recuerdos-, pero «sobre todo, representa a España».
Esos sentimientos por España se los inculcaron desde pequeña sus padres, una valenciana y un catalán. «Siempre nos decían a mi hermano y a mí: no os olvidéis nunca que España es una nación a la que todos pertenecemos y hay muchas lenguas, pero la lengua de España es la española y, si además tenéis alguna otra, es ideal ser bilingüe. Y tenían razón», explicó Caballé.
El español y la música
Junto al español la soprano se expresa también en el lenguaje de la música, un lenguaje que une. Y precisamente unidad y entendimiento es lo que propone para el mundo y, por ello, le da «pena» escuchar a algunos políticos y ver que su «horizonte» es «tan limitado». No obstante, señaló que a medida que adelanta la tecnología, «no una gran mayoría, desgraciadamente; pero una mayoría ya importante, va abriendo ventanas, va abriendo puertas a otras formas de convivir, de dialogar, de entenderse, sobre todo a otras formas de respetar».
Se trata, a su juicio, de respetar «no ya la política, sino el pensamiento humano», que es «libre». «La persona que explica su libertad no es tu enemigo, sólo te explica lo que siente y tú le tienes que escuchar y tienes que explicarle tu libertad. Y esas dos libertades tienen que poder entenderse y poder convivir», subrayó.
Lo que defiende la soprano es un futuro compartido, porque sino no habrá futuro para nadie. «No lo he inventado yo. Lo han dicho muchos otros», añadió.
lunes, 7 de julio de 2008
Ciudadanos recoge firmas a favor del 'Manifiesto'
Por otro lado, la mesa de UPyD, situada en la Plaza de Cataluña de Barcelona, recibió el sábado la visita de un grupo de radicales independentistas que trataron de dificultar su labor, si bien, no hubo incidentes reseñables.
Ciudadanos, por su parte, recogió firmas en Mataró, Castelldefels y Sabadell. En esta última población se realizó un acto público a favor del Manifiesto, que contó con la presencia de los diputados autonómicos Antonio Robles y José Domingo. Ciudadanos también situó una mesa de recogida de firmas ante el Ministerio de Educación, en Madrid.
domingo, 6 de julio de 2008
¡¡¡ESPAÑA!!!
martes, 1 de julio de 2008
Miles de personas celebran la victoria de España en Barcelona
Pues sí, aunque les cueste creerlo a los nacionalistas más acérrimos, este domingo Barcelona también vibró con la selección, y lo celebró en la calle.
A pesar de que el Ayuntamiento de Barcelona se negó a instalar pantallas gigantes de TV, en muchas localidades sí que se pusieron, como L'Hospitalet, o Esplugues de Llobregat.
En efecto, los espluguenses pudimos disfrutar del partido gracias a la pantalla que se instaló junto a la biblioteca del parque Pou den Felix, tal como se ve en estas fotos.
Miles de personas celebran la victoria de España en Barcelona
- El silencio de las dos horas previas se tornó en ruido de petardos y cánticos
- 10.000 aficionados colapsaron Plaza Espanya, Canaletes y Plaza Catalunya.
Media hora antes del inicio del encuentro, las calles del centro de la Ciudad Condal estaban ya desiertas. El ayuntamiento barcelonés no habilitó ninguna zona para aficionados en las que se pudiese seguir el partido a través de un pantalla gigante. Sin embargo, muchos de los bares que no acostumbran a abrir en domingo hicieron una excepción con el propósito de reunir ante el televisor a su clientela habitual y hacer caja.
La colonia alemana presente estos días en Barcelona se concentró en algunos establecimientos de las zonas más turísticas, como el Puerto Olímpico o las Ramblas, o en las pocas tabernas de tradición teutona que hay en la ciudad.
Una de las más conocidas, el Biergarten del hotel Princesa Sofía, se llenó, como ha sido habitual durante toda esta Eurocopa, con más de un centenar de turistas, en su mayoría alemanes, aprovechando la bondad del clima barcelonés, al tratarse de un recinto con un jardín abierto al público, al estilo de las cervecerías al aire libre del sur de Alemania.
Tras la finalización del partido, las principales arterias de Barcelona volvieron a llenarse de coches y transeúntes -algunos ataviados con gorras y banderas rojigualdas- y el silencio de las dos horas previas se tornó en ruido de bocinas, petardos y gritos y cánticos de 'España, España' y 'Campeones, campeones'.
El tirón que ha tenido la 'roja' en esta Eurocopa y el hecho de que el equipo de Luis Aragonés cuente en sus filas con una base sólida de jugadores catalanes (Xavi, Puyol, Capdevila, Cesc) o criados futbolísticamente en Cataluña (Iniesta), ha propiciado que en esta comunidad autónoma se haya seguido la trayectoria de la selección más que en ninguna otra cita.
Así, la Rambla de Canaletas, lugar de encuentro habitual de los aficionados al Barcelona, se congregaron, nada más finalizar el choque, miles de personas, entre aficionados españoles y turistas de otras nacionalidades que se encontraban viviendo el partido en el centro de la ciudad y no quisieron perderse la fiesta posterior.
Las banderas españoles sustituyeron, en esta ocasión, a las 'senyeras' y banderas azulgranas que se acostumbran en la zona después de cada título que conquista el Barça.
En la falda de la montaña de Montjuïc, donde normalmente festeja sus victorias el Espanyol, también hubo una importante concentración de aficionados, aunque mucho menor que la marea humana que se pudo ver en las inmediaciones de la plaza de Cataluña.